26.7.08

algo más que simple literatura

Como me dijo un amigo: "Lee Mientras Escribo de Stephen King. Te cura todo". No lo leí. Pero es como si lo hubiera hecho. Acá y allá pispié partecitas. De traductores afines o de sitios donde la palabra terror o suspenso no era mala palabra. Además, cuando puedo, no dejo de leer sus columnas. Se las recomiendo. Son tan buenas como sus libros (que aclaro: alguno que otro sí leí). Lo concreto es que me curé. Ya está, soy otro. Me gusta escribir (siempre me gustó, pero bueno, me volvió a gustar, se entiende).

Por eso, en compensación, a mi amigo le recomendé Elmore Leonard, el ídolo de Quintin Tarantino. El maestro de la novela negra que escribe con sorpresa y con corazón. Si Quintin Tarantino es cínico, está a la moda y te cuenta como nadie el desayuno de dos killers antes de acometer el atraco, Elmore Leonard va más allá y te muestra la apatía, la desazón, la derrota mediocre de ese desayuno inevitablemente fallido. Si Tarantino es Palermo Hollywood o Babasónicos, Elmore Leonard es el Puente Saavedra o El Perrodiablo.

Mucho se ha dicho de que Tarantino perdió algo en sus últimas películas. Y es totalmente cierto. Se hace el canchero. Tira guiños. Se la cree. Elmore Leonard, no. Hace exactamente lo contrario. Escucha lo que dicen sus personajes, los deja respirar. Les cree. Si alguna vez los mira con sorna, en seguida les da una palmadita en la espalda. Eso me hace pensar que está tranquilo con cómo vivió. No necesita refrendarlo.

Deberían conocerlo al Leonard. Es un tipo viejo, más grande que Bioy cuando murió. Pero con el triple de sexo que él. Y eso que el oligarca bueno (el malo ya sabemos quién es) cogía bien. Con estilo. ¿O no era el dandy de la literatura argentina? Bueno, si hay algo que Elmore Leonard no es, que nunca le interesó, es ser un dandy. Seguramente vomitaría sobre un dandy. Le ensuciaría el traje. Lo miraría de abajo. Pero con orgullo...

Igual creo que exageré. Porque, en realidad, a Leonard nunca le importó el orgullo. Nunca van a verlo interesarse por eso. Él simplemente deja que hablen. ¿Quienes? Bueno, los que nunca hablan. ¿O acaso alguna vez escucharon hablar al sereno, al que lleva a la hijita del embajador a la fiesta de quince? Esos tipos, ya lo dijo alguna vez Woody Allen, saben muchas cosas.

Lo voy a decir sin vueltas: el día que alguien transcriba, simplemente transcriba, lo que esos tipos dicen, bueno... abremos accedido a algo más que simple literatura.

5 comentarios:

Libreta de flores dijo...

En una pizzería del centro porteño me comprometí a pasar así que aquí estoy.
Ya estuve leyéndote un poco y pienso seguir.

Un beso, fue grata la reunión del otro día, ¿no?

Unknown dijo...

Sí, después de leer varios de los párrafos que pusiste, guglié y encontré el libro. Ahora me lo quiero comprar. Ahora.
¿A Johnny Cash lo ves como peronista? A mí me suena más del frente grande. Stephen King, sí. De la primera hora.

abrazo

Kluivert dijo...

Lo voy a leer, caballero. Y después te haré unos comentarios al respecto. Sé de King, además de su gran éxito, que fue un terrible falopero.

JUAN dijo...

Si, a Tarantino habría que llevarlo a ver El perrodiablo o a tomar un vino con soda a la rotonda de Chacarita, por que anda hecho un pelotudo y su última película -la inédita Death Proof- lo prueba.

¡Una lástima!

Bruja dijo...

cual es el mejor libro de stephen king para vos?
saludos