18.12.11

la fiesta, la otra vez, no fue de nosotros

¿Quién puede dudar de que este Gobierno significó acumulación y avance para la clase trabajadora en la Argentina?

El consejo del salario, las paritarias, más de 30 aumentos del salario mínimo vital y móvil, aumentos de jubilaciones, la Ley de jubilaciones...

El paquete de avances ha sido espectacular. Y por eso hay que defenderlo.

Pero yo creo que una cosa es el Gobierno cuando conduce la agenda y otra cuando conduce la fuerza política.

Cuando conduce la agenda, acierta: Ley de tierras, Ley penal tributaria, los avances de la Ley de papel prensa.

Por eso, cuando armaron las últimas listas en las últimas elecciones me dije: esto es para quilombo, se va a armar un desastre.

Porque no se le pueden dar todos los cargos a un sola agrupación juvenil en desmedro de la construcción de todo el campo del pueblo. Eso es la antítesis de visión movimientista.

¿Cuál es la visión movimientista? Aquella que conduce todos los sectores del movimiento nacional popular y democrático y socializa de manera equitativa el poder político.

Y hoy Moyano es un tipo herido por eso.

Un tipo que vino poniendo el hombro en los conflictos. Alguien que le puso el hombro tanto como nosotros en los momentos mas difíciles de este Gobierno.

¿O alguien puede decir lo contrario?

Y la verdad que fue ninguneado. Muy ninguneado.

Que un excelente dirigente sindical como Carlos Schmidt no haya podido ser diputado nacional por Santa Fe y en su lugar hayan optado por poner un pibe sin historia y sin ninguna trayectoria la verdad que es algo que no sólo le duele a él sino a todos en la clase trabajadora argentina

Y yo digo esto no para hacer moyanismo sino para trata de ubicar el problema en su punto justo.

Ahora, nosotros no podemos mandar el país al '74. En la Casa Rosada hay un tipo que por ahora no voy a nombrar, un hijo de mil puta, que anima a los pibes al enfrentamiento con los sindicatos. Y en los sindicatos también hay algun pelotudo que calienta cabezas para enfrentar a los sindicatos con los pibes.

Por eso, en este momento, en vez de hacer leña del árbol caído, tenemos que bregar por la unidad. Aprender de tanta sangre derramada. Nos mataron a 30 mil compañeros. ¿Y saben cómo empezó todo? Enfrentándonos entre nosotros.

Yo quiero ver a los sindicatos y a La Cámpora y a todo el movimiento nacional popular y democrático trabajando unidos.

Cristina es una gran presidenta y Moyano un gran dirigente social. Y los dos son esenciales para que este proyecto avance.

Por eso al calenturiento de la Rosada que tanto tuvo que ver con las listas y que lastimó a tanta gente en el movmiento nacional le digo: pará querido, pará que te estás equivando; y al que está alrededor de Hugo y que pone fichas tambien le digo: bajá un cambio, tenemos que empezar de nuevo.

Porque la fiesta, la otra vez, fue de los enemigos. No de nosotros.

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