Cada tanto me cruzo con "un tapado", uno de esos discos como salidos de la nada que me cautiva y me hacen renovar el entusiasmo por la infinidad de música nueva que anda dando vueltas por ahí. Volvió sucederme al filo del año pasado, cuando el amigo Ezequiel Lizarralde (más conocido como El Toro Salvaje) me pasó el link de este disco y banda que desconocía por completo y que en seguida me abdujo con su audio diáfano y plagado de ideas musicales; ruiditos al servicio de la melodía y letras cantadas con gracia y en libertad.
La idea era hacerlo sonar en La hora pulenta, pero bueno, no pudo ser. Me desquito compartiéndolo ahora, que el tiempo pasó pero el efecto ovni no. Todo lo contrario.
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