15.12.07

perfecto

Que una cardióloga te hable de cosas del corazón no debería extrañar a nadie. Después de todo, trabajan de eso.

-Mirá cortar siempre es difícil. Y más cuando se trata de dos buenas personas, ¿no?

Estoy acostado y con el electro en marcha. Le digo que sí. Que por ahora sí. No tengo muchas opciones. Ella sonríe y me habla de su hija.

-Yo no sé qué le pasa. Les corta a todos. Está loca -comenta divertida, hace una pausa y sigue- Es muy franca. Y los tipos no siempre se bancan una mina franca. Las prefieren histéricas, boluditas.

Le contesto que sí, que puede ser. En realidad, no tengo una idea clara al respecto. Pero algo me anima a esbozarle mi teoría:

-Lo que pasa es que hay dos clases de mujeres: las señoritas y las varoneras. A las varoneras les gusta el fernet. A las señoritas no.

Me mira admirada. Como si fuera portador de un saber especial. Tiene unos 45 años y se conserva bien.

-¡Tal-cual, tal-cual! -exclama y compruebo que el asombro no siempre responde a la medida de las cosas- Mirá, yo te voy a comentar esto como si fueras mi yerno. Ella es muy linda, ¿sabés? Y no porque sea mi hija. Es linda en serio. Lo dicen todos. Cada dos por tres viene y me dice 'ma, estoy harta de que sólo me miren el culo. ¡Los odio!' ¿A vos te parece?

No sé cómo terminamos hablando de esto. Yo sólo vine a hacerme un electro de rutina.

-Me parece bien. Pero decile que no exagere. Que alguno copado tiene que haber...

Ella sonríe. Y de repente me doy cuenta de que se le cruzan ideas locas por la cabeza. De que cada vez que habla de su hija, en realidad me habla de ella.
Pero no da. Ambos sabemos que no da.

Se fija en el instrumental y me dice listo, ya terminamos. El resultado es un papel larguísimo, todo enrrollado.

-Estás perfecto.

Y me alegro. Pero esa palabra, dicha en este momento de mi vida, me suena imposible.

Nos despedimos y salgo del consultorio.

3 comentarios:

Esteban Valesi dijo...

Buenísima la historia. Si no es real, merecería serlo.

Saludos.

nachingal dijo...

cómo qué no da?
mañana mismo te vas de la dotora.
dale para adelante.
buen blog.
saludos.

Jipi dijo...

Muy buena, Juan. Me encantó