17.4.08

ya nadie pasea por Lavalle y Florida

Hace frío y la ciudad se llena de humo. Antes fueron los mosquitos. Y antes la neblina. ¿Qué toca después? ¿La escafandra y los mamelucos? ¿Los trajes impermeables tipo el Eternauta? A veces pienso que todo es un gran malentendido. Que mientras yo estoy acá escribiendo esto, vos estás allá, llenándote de gloria y una felicidad que teníamos y se nos enquistó. Es mentira que no sabemos caminar a tientas. Si hay que cerrar los ojos y bordear el abismo, lo hacemos. Ya nadie pasea por Lavalle y Florida. Sólo los locos y los turistas. A veces, algún presidente latinoamericano. Todavía me acuerdo de esas rutas que se perdían entre montañas. De la combi que nos llevaba a un club con pileta y quincho. Y de ese chofer que tarareaba Tarzan Boy como quien grita un gol de Olimpia o la selección de Honduras. Estábamos tan cerca y a la vez tan lejos... Si cortan los caminos y tosemos es por vos.

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