8.9.11

Listo. Llegamos. Ya está. 84 a 58. A Dominicana. El pase a la semifinal. For good. Después de una primera semana excelente y una segunda con complicaciones, este partido puso un poco las cosas en su lugar: si ganamos el sábado, el domingo viene de regalo. No es poco lo logrado hasta ahora. Estuve leyendo un poco de la prensa internacional y todos destacan el elevado promedio de edad argentino y lo vinculan con el bajón de los últimos partidos. Tienen razón. Ginóbili tiene 34 años. Scola, 30. Nocioni, 31. Oberto, 35. Son tipos grandes. Se cansan. Pero están ahí. Con sus años a cuestas y su compromiso. Luifa, que viene de una lesión, se pasa una hora con hielo en una pileta para cuidarse la rodilla. Lo mismo Oberto. No hay otra. No tenemos una selección mejor. Y si la tuviéramos, no sé si valdría la pena. Yo los quiero ver a ellos. Yo me vine, en plena bronquitis, para verlos a ellos. Presenciar a a estos tipos que allá por 2002, en plena crisis económica y social, me recobraron la fe por una Selección de nuestro país. Siempre presentes, siempre bien. Mar del Plata en invierno es jodida. Mitad vacía, mitad triste. Cuando sale el sol, sonreimos. En el durante, no tanto. Pero ésta es la Generación Dorada y el chino de la vuelta te pregunta qué te parece el equipo, el hostel se revoluciona y en la San Martín te dejan el superpancho a tres pesos con cincuenta porque Argentina llegó a la semifinal. "¿Te viniste a ver la Selección? Qué loco. Gracias, che", es la frase que más escuché desde que llegué acá. Y yo les sonrío. ¿Qué más puedo hacer? Hoy con Dominicana estaba el miedito a perder. Después de una derrota importante como la de ayer, siempre está el vértigo de que se repita la caída. Pero este equipo conoce esa dinámica y, de algún modo, la anticipó. Salió a comerle los pies a Dominicana. Sin Nocioni, sin Paolo Quinteros, con Oberto en cuenta gotas, pero con el Yacaré Kammerichs, que la rompió en este partido, con diez puntos y nueve rebotes, y nos abrió el camino para ganar. Dominicana hizo lo que pudo. Pero Argentina no lo dejó. Y cuando Manu y Scola se encendieron, no les quedó mucho para hacer. Un muy buen triunfo de Argentina y una buena forma de llegar entonados al sábado. Londres 2012 estamos ahí. Guarda. Hasta mañana.

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