3.9.11

A simple vista, un partido parecido al de ayer. Panamá se contagió de Puerto Rico y nos complicó bastante el primer tiempo, cuando nos terminamos yendo abajo por un punto (38-39). ¿Qué pasó? Algo muy parecido al partido con los Ticos: una ofensiva errática y un Scola extrañamente flojo debajo del aro. Es curioso, porque Luifa terminó con 19 puntos, fue el goleador del equipo, pero esos puntos que se perdió en la zona pintada son los que nos impidieron irnos tranquilos al descanso. Luego, en el segundo tiempo, lo de siempre: Argentina que ajusta las clavijas, Ginóbili que da las estocadas necesarias con el resto del equipo acoplándose a su envión (muy bien Prigioni clavando cuatro triples casi seguidos) y Panamá que no puede mantener la intensidad. Pero siendo la segunda vez que vemos este problemita, cabe preguntarse: ¿pasa algo? Yo, que no soy un experto en basquet ni mucho menos, creo que hay algo que no está del todo ajustado en el quinteto titular. Como tenemos cuatro NBA, pero dos en el mismo puesto (Gino y Delfino como escoltas), Lamas tomo la decisión de incluirlos a ambos y resignar un interno (Oberto o Juan Guitierrez). De esta manera, tenemos tres armadores (Prigioni, Gino y Delfino) y un alero (Nocioni) que en los últimos años en la NBA tendió a no jugar tanto en esa posición. Así, noto que nos falta profundidad a la hora de atacar que tampoco se compensa en la defensa porque seguimos tenindo un sólo interno (Scola). Tal vez esto tenga que ver con los comienzos flojos que tuvo el equipo ayer y hoy. Tal vez no. Pero lo que sí está claro es que esta formación de dos escoltas y un base no es la usual y que el equipo levanta fluidez en la ofensiva cuando volvemos a una formación más clásica con Oberto o Juan Gutierrez acompañando a Scola. Hoy, como contaba, estuvo muy bien Prigioni y también el ratito de Paolo Quinteros cuando jugó. Se nota que es un crack y que sólo es suplente porque adelante tiene a Manu y Delfino. El Chapu también se destacó con un par de sus corejadas que amamos (y que despertó al público) y Ginóbili, bueno, Ginóbili volvió a ser el mejor. El tipo por el cual vale la pena prestar atención cada segundo que pisa el parquet porque nunca sabés con que te puede llegar a salir. Hoy hizo varias de las suyas que sirvieron para levantar el anímo y no se nos pusiera peligrosamente abajo el partido. 90-71. Casi veinte puntos de diferencia. Nada mal, ¿no? ¡Y yo que me quejo! Hasta mañana.

No hay comentarios.: