9.10.18

para mí nick cave


para mí nick cave es ir al cbc de universidad universitaria, año 1996, y que un amigo que lo amaba al australiano me hiciera escuchar reincidentes. reincidentes; no pequeña orquesta, la forma en que se llamaron después (y que me gustarían también). reincidentes a secas. reincidentes y ya. la banda de cinco músicos rotundos: jota pe fernández, guille pesoa, fernando marcer, alejo vintrob y chino pedroncini. hombres de veintipico que ya eran sobradamente adultos. veinteañeros que tocaban de traje y eran los bad seeds porteños con mucho de vals y algo de sentimiento trágico tanguero, mucho de seguir una lírica de madrugada y ser bajo perfil, y algo de andar por un san telmo roto, tener un pacto de vida con el cioran interior. el hombre de las manos gastadas en avellaneda, saavedra o ramos mejía. juan pablo se llamaba mi amigo del cbc y se había anotado en sociología (yo en comunicación). amaba a palo pandolfo y los visitantes y a nick cave (acaba de salir murder balladas) pero también a reincidentes. especialmente la canción "joselito" que un atardecer estando en la costa tuvo que tocar con su criolla para --como se dice-- salvar su pellejo. la cosa fue así. estaba en san bernardo con un compañero del secundario y tocaban por monedas en la peatonal. cayeron unos rolingas y los empezaron a hostigar. no eran malos rolingas podemos entender hoy. pero estaban puestos y estaban aburridos. ¿qué mierda eran estos dos pibitos con una criolla y pinta de blanditos gardelianos? no valían dos mangos, pensaban seguro. eran unos tristes que se la daban de rockeros y no se sabían ni una que valiera la pena. pero mi amigo y su amigo sí la sabían. sabían "joselito". y la empezaron a tocar. primero despacio, dubitativos, sin saber a ciencia cierta donde iba a terminar. y después totalmente convencidos, como si en ese recital se les fuera la vida. como si su dignidad se pudiera cifrar en la interpretación de ese vals de conurbano que arrancaba entrecortado, una clásica historia de pueblo y abandono, "de amor que camina la plaza del brazo con él, a la vista de todos" y genera el dramón que nadie quiere conocer. mi amigo y su amigo, a dos guitarras, van increscendo las gargantas, no se amilanan, siguen adelante y cantan: "si hasta el cura sonríe y pregunta por él y por la ceremonia". y los rolingas enmudecen. "ni billar los domingos, si hasta el taco que usabas se rompió también, y a nadie le importa". silencio. ¿es verdad esto que estamos escuchando? ¿es real? estos pibes son unos genios, empiezan a decir, y ya nadie se burla, los rolingas son capaces de golpear al primero que ose interrumpirles el tema: "yo te escribo esta carta, esta arena me quema en las manos, josé, ¡aunque nunca te vea!". y listo. y fin. esa noche no están ni jota pe, ni guille, ni marcer, ni chino, ni alejo. pero es como si estuvieran. los cinco reincidentes haciéndose presentes una noche de verano menemista en la costa argentina. mi amigo juan pablo y su amigo terminan "joselito" y miran a sus interlocutores tranquilos, confiados, sabedores de que ya está; contentos de que los rolingas les conviden una birra, les pregunten de dónde salió el tema, cómo es que son tan grosos, y ellos les contesten no es nuestra, es de reincidentes, escuchen esa banda por favor, y accedan a tocar una más. una mas, les piden como a cave cuando por fin viene y vamos con este y otros amigos a verlo. primero al ópera (donde oh, nada es casualidad, telonea reincidentes) y luego al festival alternativo de ferro y a prix d'ami. año 1996. tres fechas de un tirón. ramón díaz deja a salas en el banco y river pierde la final contra la juventus de zidane. "anclados en la noche" canta guille pesoa en un tema inédito que grabé de aire y conservo por ahí. "en las sombras que esperan ser vistas, que se olvidan de todo". pero de esto no