26.7.05

si es napolitana mejor

Me despierta el fumigador. Hace bien, porque tengo que dar un final libre y ya es hora de levantarse.
-Juan Carlos, cómo le va.
-Fumigando, pibe. ¿Vos?
-Ahí. Viendo qué onda.
-Ya va a llegar, pibe -palmada en el hombro-, ya va a llegar... -vistazo rápido a las alacenas -¿Alguna hija de puta, ultimamente...? -ceño fruncido.
-Y... La verdad que no.
-No importa -mano que busca la visera del casco y la baja a posición de combate-. Igual vamos a darles para que tengan...
Fzzzzz. En cuclillas y sin piedad.
Fzzzzzzzzzzzz.
-¡Grande, Juan Carlos!
-Jajaja -brazo derecho que se estira al máximo y alcanza el rincón más lejano- No es nada, pibe.
Más fzzzzzzzz y el veneno que primero llega a los intersticios de las alacenas y después cae y se deposita plácido y mortifero detrás de la heladera y el microondas.
Mila observa todo con apasionada curiosidad. La levanto, así no estorba.
-¿Nueva, la gatita? -Juan Carlos, todavía en cuclillas, la sujeta de una pata.
-Seh. Cuatro meses.
-¿Nombre?
-Mila.
-Ja, ¿por milanesa?
-Sí, je. Por milanesa con papas. Y si es napolitana mejor.
Risa franca. Otro vistazo a las alacenas:
-Ojo con el veneno, eh... -dedo índice en alto.
-Sí, claro. Como siempre.
-Listo.
Fumigador que se incorpora, recoge sus utensilios, abre la puerta:
-Chau, pibe -palmada en el hombro-. Nos vemos.
-Chau -sonido de pasos que se alejan-. ¡Que siga bien, Juan Carlos!
Frenada a fondo. Media vuelta. Voz ronca en el pasillo:
-Mientras esas sigan palmando... -puño que amenaza en la oscuridad- ¡ponele la firma que voy a estar bien!
Risa de ambos lados. Cierro la puerta y suelto a Mila. Pienso, calculo, recuerdo: un final libre me espera.

20.7.05

Carver en La Paternal

El pibe tiene 13 años y se entera de quién es su viejo. Sin más, agarra la guía telefónica y empieza a buscar. Hasta que lo encuentra:

-Hola, ¿Pappo?
-Sí
-Soy tu hijo.
-¿En serio?
-En serio.
-...
-...
-¿Por que no venís esta noche al Viejo Correo?
-Bueno. Chau.

Carver o Rejtman no podrían haber imaginado esta escena mejor.

La historia completa acá

16.7.05

faena

te pueden dejar

pero si el cowboy
hizo bien su faena
vuelve a casa
palmea al perro
y tranquilo
se acuesta a dormir

13.7.05

atención

Empiezo a leer una nota, recojo la ropa, lavo un plato, le doy de comer a Mila, recojo más ropa, pongo agua a calentar, vuelvo a leer la nota, lavo otro plato, tiendo la cama, me conecto a internet, tiro los fideos al agua, lavo otro plato, limpio las piedritas de Mila, chequeo los mails, voy a buscar un cd, caliento una salsa, cierro el yahoo, leo otra nota, bajo el fuego de la salsa, hojeo una Comiqueando, pongo ropa a lavar, chequeo El Acople, cuelo los fideos, abro el hotmail, lavo otro plato, sirvo la mesa, pongo el cd, limpio el polvo de los estantes, contesto los mails, vuelco la salsa a los fideos, apago la compu, pongo otro cd, lavo otro plato, le sirvo agua a Mila, me siento a comer.

Todo despacio y armoniosamente. Tranqui y sin chistar.

Mi jefa me diagnosticó atención dispersa.

Me temo que tiene razón.

8.7.05

Londres, 7 del 7 del 05

Luego de los acontecimientos de público conocimiento, con la gente del trabajo hicimos lo que correspondía: fuimos y le jugamos a la quiniela, 24 pesos a la cabeza. Una suma nada despreciable si se considera que en general todos andamos con lo justo y que no podíamos gastar demasiado efectivo por la cercanía del almuerzo. Está demás decir que los números elegidos fueron el 7 y el 77, aunque yo objeté la segunda cifra por considerarla demasiada similar a la de mi cumpleaños (1977). "¿Qué tiene que ver el 77?", cuestioné. Nuestro Jefe me hizo entrar en razón: "Boludo, pensá: 7 del 07. Osea, 7 + 7 que da 77. Es obvio". No quedó otra que rendirme ante la evidencia. El siguiente problema fue definir la distribución de la inversión. Sí, ok, dos pesos. Pero... ¿cómo? ¿Los dos a la nacional? ¿O uno a la Nacional y el otro a la Provincia? Martín, 25 años, fervoroso hincha de Quilmes, amante del bingo y la mujeres, eximio cebador de matiolis, tiró la posta: "Acá lo que hay que hacer es jugarle a todas: Nacional, Provincial, matutina y vespertina. La cosa es estar cubiertos. Siempre". "Claro", se sumó Jessi, rubia, jóven y decidida: "¿Mirá si le jugamos a una y justo sale la otra? Nos vamos a querer matar". Los demás estuvimos de acuerdo. Hasta nuestro Jefe. No hay caso. Cuando se sabe, se sabe.

En estos meses que llevo laburando, nunca prestamos tanta atención a la tele del comedor. Las ensaladas habían llegado sin los sobrecitos de aceite. Grave. Pero lo único que nos importaba era lo que estaban por decir en Crónica. Ni los trenes explotados, ni la cifra de muertos, ni los heridos llenos de sangre. Sólo lo que estaban por anunciar Carozo y Narizota.

-05 a la cabeza.

Silencio.

Desazón.

Enojo.

Jessi: "Lo que te embola es que no era por la plata, era por el placer de jugar y ganar".

Martín: "Qué placer ni placer. Yo quería la guita"

Acalorado intercambio de impresiones.

Hasta que pone orden nuestro Jefe:

-Boludo, pensá: 77, es dos veces 7, osea 2. Y 7 menos 2 da 5, osea 05, el año en que estamos. Era obvio...

Y sí. La próxima hay que hacer las cuentas bien. El que no gana es porque no quiere.

1.7.05

gracias

“En algún momento de la vida de todo el mundo se apaga el fuego interior. Entonces, un encuentro con otro ser humano reaviva ese fuego y lo hace estallar en llamas. Todos debemos estar agradecidos a esas personas”.

Albert Schweitzer (1875-1965)
Teólogo, filósofo y médico misionero