24.6.08

elemental, watson

Algunos me dicen que no lo pueden creer. Que nunca imaginaron que el tipo terminaría posicionándose de esa manera.

Yo sí. Yo siempre supe que Caparroz es gorila.

23.6.08

man in black 6 (jack 4)

Perder a Jack fue horrible. Fue espantoso en aquel momento y sigue siendo hoy un rincón enorme, frío y triste en mi alma. No se puede sortear el dolor de una pérdida. Podés escabullirte todo lo que quieras, pero tarde o temprano tenés que profundizar en eso, atravesarlo, y con suerte, salir del otro lado. El mundo que encontrás nunca es el mismo que dejaste.

Su funeral fue el domingo 21 de mayo de 1944. Y una de las cosas que más me deprimió fue tener seguir cortando algodón a la mañana siguiente y trabajando nuestras diez horas diarias como si nada hubiera pasado.

Vi como mi madre se desplomaba sobre las rodillas y dejaba caer la cabeza sobre su pecho. Papá se acercó y la tomó del brazo. Pero ella se soltó furiosa. "¡Me levantaré cuando Dios me levante!", dijo, aunque igual después tuvo que levantarse y ponerse a trabajar.

Tras la muerte de Jack sentí que también yo había muerto. Sencillamente, no me sentía vivo. Estaba terriblemente solo sin él. Y la cosa empeoró antes de mejorar.

Recuerdo ir en autobus al campamento estival aquel verano de 1944 y no parar de hablar de Jack hasta que un par de los otros chicos me callaron: "Ya sabemos que tu hermano murió y que lo querías mucho. Pero basta, ¿está bien?"

Capté el mensaje. Todos sabían cómo me sentía y cómo se sentía mi madre. No necesitaban que se los recordara.

Mi pena se alivió un poco cuando algunos de mis compañeros de clase se esforzaron por ser mis amigos.

Pero lo que realmente me puso en marcha fue, naturalmente, el sexo. A los quince años descubrí a las chicas. Hicieron un buen trabajo con mi soledad. Cuando las hormonas empezaron a moverse lo mismo hice yo.

19.6.08

te diría:
con vos
hasta el fin del mundo

y que mi gata
se haga amiga
de tu gata

14.6.08

ser padre es otra cosa

Ella era pequeña y pelirroja. A veces te decía que sí. No importa que estuviéramos lejos. Lo importante era dejarse llevar. ¿Valió la pena? No sé. Hoy un escritor de westerns litoraleños me llamó para pedirme disculpas porque su nene se enfermó y no pudo pasar a dejarme su otra novela. Le dije que estaba todo bien, que no importaba. "Bueno, pero juntémonos a tomar una birra, aunque sea". Le dije que sí, que encantado. "Joya", me dijo y cortó. Tenemos amigos y un ídolo yanqui en común. Y eso pesa.

Cuando discuto con mi viejo quedo mal. Es un tipo noble mi viejo. Aunque no siempre tiene razón. Una vez discutimos por algo que había pasado y que a él no le había parecido grave. No digo que haya que levantar la perdiz por cualquier cosa. Pero es duro cuando todo se desbarranca y tu viejo está ahí pero no hace nada. "Pará, no podés decirle todo eso. Pará!", me dijo mi vieja cuando reaccioné y se lo reproché con una bronca que no sabía que tenía. "Lo que le dijiste le dolió -me avisó una semana después-. Se quedó en la pieza y no creo que hoy venga a comer".

Fui y le pedí disculpas. Casi que ni me dejó hablar. Se levantó de un tirón y me abrazó. Como tratando de minimizar el hecho. No porque no valorara mi gesto. Sino porque no quería hacer de ese momento un drama.

Otra enseñanza.

Hoy cuando me acordé de eso y del escritor del conurbano que escucha al Jefe y cuida a su nene, pensé: "Los padres piensan distinto. Ser padre es otra cosa".

12.6.08

-¿Por qué es escritor?

-Porque fracasé en todo lo demás. Traté de ser un abogado, un periodista, trabajar para el gobierno, y fracasé miserablemente en cada intento. Hasta que un día le dije a mi madre: "Creo que voy a intentar ser escritor". No tengo idea de por qué lo dije. Podría haber dicho con la misma naturalidad que iba a ser mecánico de aviones o dedicarme a la lucha libre. A veces las cosas que uno hace no tienen una lógica para los demás; bueno, esto ni siquiera tenía una lógica para mí, pero nunca miré atrás. Le dije entonces a mi novia que quería largar todo y mudarme a Nueva York para ser escritor, y que se casara conmigo. Me respondió que le parecía una idea maravillosa y lo hicimos.

-¿Que ella se sumase inmediatamente a la aventura le reconfirmó que era "la indicada"?

-Eso ya lo sabía. Si me hubiese dicho "Mmmm no me parece una buena idea", me habría quedado con ella, pero no habría sido escritor.

-Si no le viene la inspiración para trabajar, ¿qué hace?

-La inspiración me vino una sola vez, en 1968. (...) Cuando no tenía ninguna facilidad evidente para esto y podría haber sido cualquier otra cosa sin que nadie lo lamentara, la inspiración fue decidir que iba a ser escritor. He estado trabajando en eso desde entonces.

7.6.08

con ojos de saber

Se lo dije:
Yo voy a fracasar
pero voy a fracasar de pie.
Nunca me vas a ver
arrastrarme
por lo que no es.
Y ella me miró
con ojos de saber
que lo que yo decía
era verdad.
Leonardo Favio: "A la izquierda está la gente, a la derecha la estética y en el centro, Dios"

6.6.08

Salma y Kelly

Las dos son rockeras
pero una es morocha
y la otra castaña
Se llaman Salma y Kelly
y cuando ríen y lloran
lloran y ríen de verdad

Yo las quiero
cada una
a su manera
Kelly deja todo por una nota
y Salma, lo mismo
por una banda de rock

No hay tantas chicas así
en el mundo
Y menos en acá
donde Luca murió hace rato
y la Onda Vaga recién ahora
está empezando a existir

Cuando me llaman por teléfono
o me escriben por gmail
yo las escucho aténtamente:
Kelly tiene la posta de una banda
y Salma también.

Ellas son amigas
y se abrazan fuerte
cuando se encuentran
de casualidad.
Cómo estás
te quiero mucho
estás hermosa
se dicen
como si fuera hace años
que no se ven

Se llaman Salma y Kelly
y yo las quiero
cada una
a su manera
A una
la conozco hace mucho
y a la otra también.

4.6.08

como Franco o Favalli

Hoy hablé con un chabón que renunció. Como yo. Me dijo:

-Estuve siete meses bien. Y el resto mal.

Lo comprendí. No porque me haya pasado lo mismo. Sino porque renunciar es dificil. Sobre todo si trabajás en algo que se supone es importante para tu carrera.

El año pasado cuando cayó la nieve, pensé: "Me gustaría estar ahí. Tocando los copos. Como Franco o Favalli". Pero no pude ser.

Ese día se fue. "Son cosas que guardo en la almohada antes de dormir", dice una canción que escucho seguido.

Ahora guardo otras cosas.

Por vos. Por lo que no fue. Por lo que no va a ser y está bien.

Cuando prendo la tele me da gracia. Siempre me quedo en el History Channel. ¿No existe otro canal para quedarme?

Volver de allá es tan duro como venir de acá.

2.6.08

man in black 6 (jack 3)

Vimos vivo a Jack.

Estaba inconsciente cuando llegamos al hospital, anestesiado por las drogas que le habían inyectado para calmar el dolor. Pero no se murió aquel día. El miércoles, cuatro días después del accidente, todas las congregaciones religiosas del pueblo dispusieron un servicio especial a su nombre, y a la mañana siguiente experimentó una asombrosa recuperación. Dijo que se sentía bien, y tenía buen aspecto. Ahí estaba en la cama, tan bien como era posible, leyendo su correo -había llegado una carta de su novia- y riendo alegremente. Mi madre y mi padre, yo mismo, pensamos que estábamos presenciando un milagro. ¡Jack iba a vivir!

El viejo doctor Hollingsworth sabía la verdad. Había operado a Jack cuando lo ingresaron, y nos repetía: "No se hagan ilusiones. Tuve que extraerle gran parte de sus entrañas y... bueno, ya no queda nada ahí adentro. Mejor avisen a todos los familiares que quieran verlo antes de que fallezca". Así lo hicimos, pero sin perder del todo la esperanza.

No por mucho tiempo. El viernes Jack empeoró, y esa noche nos quedamos a dormir en el hospital, en camas que el doctor Hollingsworth había dispuesto para los ocho que éramos: Papá, tres chicas, tres chicos y Mamá.

El sábado temprano me despertó el llanto de Papá, estaba rezando.

Tampoco lo había visto nunca rezar.

Me vió despierto y dijo: "Vamos a su habitación. Digásmole adiós".

Entramos y todos lloraban. Mamá en la cabecera de la cama con mis hermanos y hermanas alrededor. Papá me sentó en el lado opuesto de de donde estaba Mamá, y ahí escuché a Jack desvariar: "Las mulas se escaparon. No dejen que entren al maíz. ¡Atrapen esas mulas!", decía. Aunque de pronto se calmó. Y adquirió una extraña lucidez. "Estoy contento de que estén todos acá", dijo mirando alrededor.

Cerró los ojos. "Veo un hermoso río", dijo. "Va en dos direcciones... Mamá, ¿lo ves?"

"No, hijo. No puedo verlo", dijo ella.

"Esta bién. ¿Pero oís a los ángeles?"

"No, hijo. No oigo a los ángeles".

Las lágrimas brotaban de sus ojos. "Ojalá los oyeras -dijo él- Es tan hermoso... Tan lindo".

Y entonces se quedó inmovil.

Tenía los intestinos envenados. Vomitó esa sustancia infecta sobre su pecho. Y se nos fue.