19.11.09

pocas cosas más maravillosas que participar de un fenómeno de masas

Obviamente tengo una ideología musical que se vincula con mi ideología política. Pero no se traduce literalmente. O sea, el corte mal que me pese es transversal. Yo no creo en la transversalidad. Nunca creí. Prefiero la ayuda sólida y sostenida de los intendentes que las veleidades de una Royale que no conoce el barro del conurbano. Pero cuando un tipo como Melero, a quien valoro y aprecio como compositor de grandes canciones, dice: "Siempre hay multitudes dispuestas a que les mientan". Y después: "Las mayorías jamás supieron elegir. Entonces, si no saben elegir políticamente, ¿cómo van a poder juzgar arte?". Ahí sí me situo transversalmente y le recuerdo que la masividad tiene de todo. Audacia y reposición. Conservadurismo y rebeldía. ¿Hacen faltan dar ejemplos? Bueno: Beatles, Rolling Stones, Sex Pistols, Elvis Presley, Beach Boys ¿Ahi también las mayorías se equivocaron, Melero? Y mirá que te nombré de todo. Más allá de las condiciones artísticas, todos ellos fueron masivos, pero distintos. Entonces, ¿por qué meterlos en la misma bolsa? Siempre me molestaron los que miran con desdén los fenómenos masivos (y ya ni siquiera digo "populares", que obviamente pone en juego otras cosas; digo masivos, así, sin más), aquel que cuenta la cantidad de seguidores para adherir o no a un fenómeno. Considero que son ingenuos al revés. Porque después, cuando ese fenómeno under que cuidan y subrayan salta a la masividad, no saben donde meterse. Se convierten en renegados o quebrados. Pero bueno, allá ellos. No saben lo que se pierden. Pocas cosas resultan más maravilosas que participar de un fenomeno de masas y sentir que sos uno solo con toda esa gente que está en la misma. Y no es tan raro, eh. Pasa relativamente seguido en la música, la política, los deportes, las discusiones en la web. A mí me pasó la última vez cuando se votaba la Ley de Medios y afuera del Congreso se vivía la espera como una fiesta. Estaban D'Elía, Copani, Tavo de Los Piojos, Cristian Aldana de El Otro Yo y mucha gente más. No había amalgama. O sí. La amalgama de saber que estábamos ahí por algo bueno y efectivamente posible. Real. Lo opuesto a una utopía. Lo comparaba con las cerradas y aburridas marchas que asistí alguna vez cuando era adolescente y pensaba: "Qué pena. Los tipos están atentos a todo conflicto social que haya. Pero cuando sucede algo verdadero y alegre se lo pierden, lo odian". En realidad, no es una pena. Es una tragedia. Pero volviendo a lo anterior. Cuando ocurren esos fenómenos de masividad, te sentís bien. Generoso y comprendido. Por eso, a quienes les preocupa tanto la individualidad, yo les digo: no se preocupen, no es tan grave. Si tenés convición en lo que hacés, si estás tranquilo con quien sos y los que vas a seguir siendo antes y después, ¿cuál es problema de que te disuelvas en la masa? Si tenés ese miedo es porque francamente, más que ego, lo que hay ahí es inseguridad. No digo que sea el caso de Melero. Pero sus palabras muestran un elitismo que, pruebas a la vista, no le encuentro otro mote que rancio.

1 comentario:

Los Emigrados dijo...

qué bueno, lowfi.
Sabés que cuando lo leí (lo que dijo melero) me sorprendi. pero tambien no le di mucha pelota, porque cuando habla un tipo como él (que tiene mucha historia y banca en el rock nacional) siempre respetamos y le dejamos pasar cualquier cosa que diga. Y más si el disco que está promocionando es bueno y tiene canciones. Canciones. Que son tan importantes. A veces creo que "respetamos" mucho a los musicos con el peso de Melero, por ejemplo. Y eso cansa un poco.
Faltarles el respeto es este texto que escribiste. Pero es una falta de respeto bien objetiva. Un buen analisis. Que hace bien.
El disco es buenísimo. Lo escucho todos los días.
Coincido con muchas cosas que escribis aca. Y con esta última también.

abrazo grande

Mati cordoba