1.8.12

Y pintaron los Juegos. Yo pensé que los Olímpicos iban a pasar más inadvertidos por estas tierras, siempre más proclives a las competencias locales (las famosas ligas mundiales) que al gran desafío exterior. Pero no. Estamos todos con las gimnastas, el beach volley y por supuesto, el gran Phelps. Que en estos Juegos, parece, no viene siendo tan grande (hace unos minutos acabo de ver su última "desilusión": un sudafricano relegándolo a la medalla plateada), aunque por acá sigue siendo EL ídolo. Las cámaras puestas en él (y otro poco en Allison, la nadadora) y las historias de vida a la orden del día. Sin embargo, como imaginarán, MIS Juegos, mi pasión, mi disfrute total, pasa por la Generación Dorada. Lo que hagan Manu, Chapu, Luifa, Leo y los demás, que esta vez, estoy seguro, volverá a ser grande más allá del puesto final que obtengan. Ver el primer partido, contra Lituania, se hizo difícil. Lo seguí un poco por internet y otro poco por los diarios web. ¡Qué amargura! Pero tocó así. Acá, en Estados Unidos, tienen una cierta idea de lo que significa el equipo argentino (conocen, por supuesto, al quinteto inicial, y saben que les hemos ganado un par de veces), y Manu, claramente, es la figura deportiva argentina que más conocen (Messi emparda entre los amantes del soccer, claro). Pero de ahí a que te pasen los partidos, olvídalo. Agradecé si te pasan en el noticiero. Contra Francia, entonces, la cosa se hizo más ardua porque ni siquiera estábamos en el hotel y la incertidumbre por el trámite del partido, que venía jodido, me hizo pasarla mal en la caminata por LA. Nadie con quien compartir la angustia del partido! Pero bueno, como ya sucedió otras veces (Atenas 2004, sobre todo), las derrotas en la fase inicial de grupos son un clásico de este equipo. Y suelen servir para bien. Recuerdo que en Grecia perdimos contra España y luego contra Italia (o sea, dos veces) e igual pasamos y pudimos evitar a Estados Unidos (que le quedó a los españoles). Esta vez, seguramente, ocurra algo parecido, porque a esta derrota contra Francia probablemente se suma la de Estados Unidos en el último partido por grupos, y eso igual no cambiará en mucho la clasificación de Argentina, que saliendo segundo o tercera evitaría igual a la Furia. ¿Un quilombo? Aguarden y verán. Lo importante, a mi parecer, es que el equipo se mantenga unido (de eso no tengo dudas) y que --acá viene lo complicado-- Sergio Lamas se decida a rotar más el quinteto inicial. Quiero ver a Juan Gutierrez bajo la zona pintada y al Chapu de alero, como tendría que ser. Hay que confiar en todo el plantel, no sólo en los NBA, señor DT. En fin. Mañana continua la historia. Y por acá también. El poco acceso a internet me privó de contar varias cosas que hubiera estado muy bueno registrar en este diario; la más importante mi reencuentro con Paul, un amigo de la primaria (compañero de banco!) que es yanqui de nacimiento (y argentino de corazón) y que gracias a este blog me ubicó acá en California. Increible y emocionante compartir asado contigo y tu familia querido, Paul. Gracias de nuevo. También prometí algunos comentarios rockeros, pero eso quedará para mañana o... para cuando vuelva. ¡Y hay tela para cortar! Veremos cómo sigue.
 





3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Juanma!
Muy lindo haber pasado esa tarde-noche con uds. Cuantos recuerdos de una epoca espectacular en la primaria del islas. Espero que la vuelta haya sido buena! Un abrazo grande, beso a Caro y la proxima nos vemos en BA!
Paul

Flake dijo...

Viendo el partido de hoy me acordé de vos.
Estos tipos no dejan nunca de emocionar.
Lo del Chapu hoy fue descomunal.
Espero que si aun estás allá puedas ver el partido contra el Drink Tim (?)en semis, y ni te digo si pegamos el batacazo. In your face!

lowfirocker dijo...

Paul: Gracias a vos por recibirnos como nos recibiste! Volvimos bien y con muchas ganas de regresar. Espero que nos reencontremos por acá también. Abrazo grande!

Flake: lo mismo digo, amigo. Son lo más estos muchachos. Lamentablemente nos quedamos ahí nomás de volvernos con otra medalla, hubiera sido el broche ideal. Una pena. Pero la devoción que les tengo es para siempre. Abrazo grande y nos vemos pronto!